La recomendación de este libro fue un tanto extravagante, al igual que muchos de los personajes y situaciones que encontraréis entre sus páginas. Recuerdo estar en la librería echando un vistazo a la estantería de narrativa inglesa. Supongo que un tanto ensimismada y aparentemente indecisa… A mi lado se encontraban dos chicas comentando apasionadamente algunos libros. De repente, una de ellas se me acercó y me puso este libro delante de mis narices. Me espetó: – Si no sabes qué libro comprar, te aseguro que este será uno de los mejores libros que hayas leído nunca. Es simplemente genial.
Me lo afirmó con tanto aplomo que no tuve más opción que decantarme por él. Allá donde esté esta amiga desconocida, muchas gracias.
La vida de Garp (ya desde su concepción) es única, triste, trágica, cómica, excéntrica, cínica, irónica, a ratos violenta, a ratos patética y, a veces tan inverosímil que mientras la estás leyendo se te cae el libro de las manos porque acaba de ocurrir algo tan fuerte que te las echas a la cabeza. Garp es un escritor frustrado que, junto a su estrafalaria madre, va construyendo un universo propio y peculiar en el que deben lidiar con las crudezas de la vida. Una novela con la que me sentí identificada en muchos aspectos cuando la leí porque al fin y al cabo no deja de ser un espejo de la vida misma.
Debo reconocer que es un libro extenso y la trama no tiene un ritmo frenético y equilibrado. Por tanto, en ciertos momentos puede llegar a pesar un poco. Aunque, desde mi punto de vista, si te dejas llevar y te introduces en su mundo, no verás el momento de abandonar el libro y salir de este singular “mundo según Garp”.
