Tiene que ser aquí

Durante un año, Tiene que ser aquí (Libros del Asteroide, 2017) ha permanecido al acecho en mi pila de pendientes y yo, con un atisbo de inseguridad, la he ido postergando. Mis expectativas sobre la autora después de leer Hamnet estaban por las nubes y no quería que me fallara. Ahora ya estoy tranquila y preparada para leer toda su obra porque no me ha defraudado en absoluto. 

La historia sigue los pasos de Claudette Wells y Daniel Sullivan. Claudette es una famosa actriz que desaparece misteriosamente junto con su hijo dejando atrás a su pareja, un cineasta sueco ególatra, y toda una vida delirante llena de glamour y espectáculo. Con el sigilo de quien no quiere ser descubierta, se retira al remoto y mágico condado de Donegal, en una cabaña desvencijada dondé construirá su nueva vida. Daniel es un lingüista neoyorquino recientemente divorciado que viaja a Irlanda para recoger las cenizas olvidadas de su abuelo. Allí, con las cenizas en mano, se topa fortuitamente con una mujer cautivadoramente bella y su hijo. Ajeno a la popularidad de Claudette, entabla una conversación familiar sin darse cuenta de que acababa de descubrir a la famosa actriz desaparecida que desde hace un tiempo tiene a los periodistas de todo el mundo en jaque. Daniel se entrega ciegamente al amor de Claudette aún sabiendo que deberá llevar una vida en el anonimato, vivir en una granja inaccesible y abandonar la ciudad donde viven sus hijos. Juntos emprenderán una vida rural y solitaria en convivencia, pero todo se desmorona cuando Daniel decide hurgar en su pasado y comprender una relación que tuvo hace veinte años. 

Uno de los temas que es recurrente en Maggie O’Farrell es el abandono. Un sentimiento que deja o se lleva consigo aquél que se va definitivamente, ya sea por decisión propia o involuntaria. En Tiene que ser aquí hay muchos tipos de abandonos. El abandono más sonado es el de Claudette, que decide dar un giro a su vida y dejarla atrás, abandonar todo lo que ha construído y no soporta, para comenzar de nuevo. Sin embargo, la autora también nos habla del abandono que sentimos en el duelo por la muerte de alguien, en las familias donde el padre está ausente o en la soledad que nos atrapa cuando el amor se acaba.

ISBN: 9788416213986

La novela es una crónica de un matrimonio y de la vulnerabilidad de sus vínculos. Se detiene en la interacción de las cuerdas que fortalecen el vínculo y qué ocurre en el momento que esas mismas cuerdas se tensan y lo rompen. ¿Puede desaparecer el amor impredeciblemente y desaparecer una relación sólida? ¿Somos capaces de reconocer ese momento de inflexión antes de que todo se desmorone?

Aunque uno de los riesgos que desafiaba a la autora en la construcción de la historia era la verosimilitud, destaca justamente por su capacidad persuasiva. En un escenario en que una actriz internacionalmente conocida consigue burlar las cámaras de vigilancia en pleno siglo XXI, en su fuga desde una remota isla sueca hasta una cabaña en medio del verde irlandés con un niño en brazos; la autora consigue también burlar los márgenes de la credibilidad con asombrosa destreza. Asimismo, en un juego técnico constante, O’Farrell burla los límites de la narración. El retrato de la historia de Claudette y Daniel se narra desde diferentes ángulos: diferentes narradores, saltos en el tiempo, en un viaje vital por diferentes continentes. E incluso, la narración se vale de las académicas notas al pie de página o de catálogos de subasta para ofrecer otras perspectivas de la misma historia. La narración se deconstruye en un intento de búsqueda de un ángulo transversal y así mostrar las relaciones humanas en toda su complejidad. 

Tiene que ser aquí es una gran historia de amor no romántica y sincera en la que la autora muestra su habilidad en mostrar la complejidad de las relaciones humanas con todos sus recovecos.  Leer a O’Farrell es aprender sobre las relaciones y sus vínculos a marchas forzadas.

Mas libros reseñados sobre esta autora:

La primera mano que sostuvo la mía (Libros del Asteroide, 2018)

Hamnet (Libros del Asteroide, 2020)

Un comentario en “Tiene que ser aquí

  1. Pingback: La primera mano que sostuvo la mía | María en su guarida

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