Ahora en noviembre es una novela humilde con la que la joven sureña Josephine Johnson (1010-1990) obtuvo el premio Pulitzer en 1935. Aunque puede parecer sencilla, la novela trata temas sustanciales y analiza la pobreza desde una óptica interseccional madura y moderna para la época en la que se publicó.
La década de los años 30 fue una época extenuante para muchxs estadounidenses. Además del famoso quiebro económico que atravesó el país, una prolongada sequía arremetió en las grandes llanuras americanas. El cultivo incansable de estas tierras en la década anterior y la falta de lluvias dieron lugar a uno de los mayores desastres ecológicos de la época: tormentas de polvo que destrozaron granjas, sofocaron a los animales y dejaron a los granjeros en un estado de vulnerabilidad extrema. Ahora en noviembre es la historia de una de esas familias. Su narradora es una de las tres hermanas de la familia, Margaret, quien nos adentra de forma bastante poética en los traumas de su familia. Una familia de clase media que, hipotecada para cultivar las tierras, vive bajo el yugo de una deuda impagable. Además del acertado lirismo, la obra revela otras indiscutibles destrezas de la joven Johnson.

El vínculo entre los personajes y la naturaleza está muy bien dibujado. Las tierras son una fuente de emociones diversas difíciles de explicar para aquellos que la cultivan. El trabajarla genera un fuerte vínculo, una conexión singular que produce un tropel de emociones contrapuestas. Margaret encuentra la paz cuando disfruta de la naturaleza, mientras que al mismo tiempo propaga en su familia una incertidumbre amarga a causa del componente azaroso que siempre acompaña a la caprichosa naturaleza.
Por otro lado, la elección de una narradora mujer hace que la novela se mueva alrededor de lo femenino. Cuatro son los personajes femeninos que, aunque son muy diversos, están muy bien perfilados como mujeres fuertes cuya cotidianidad deviene una lucha agotadora donde únicamente hay lugar para el trabajo inagotable. Es interesante destacar también cómo la autora logra mostrar con sagacidad la espiral de la pobreza. Una espiral en la que entran en juego otros factores como el género, la raza o las enfermedades mentales. Además, si más de uno de estos obstáculos entra en juego, esta espiral se convierte en un laberinto enmarañado cuya salida se desvanece con el paso del tiempo. Johnson nos hace ver cómo la pobreza y la responsabilidad de cargar con una familia a la que casi no puedes mantener pone en jaque a la esperanza y puede llegar a oscurecer el alma.
Los críticos de la época compararon la obra con Cumbres Borrascosas. Si bien es cierto se pueden trazar algunos puentes entre ambas, como por ejemplo la personificación de la naturaleza, la complejas relaciones familiares cuyos miembros tienen el alma ensombrecida o la caracterización de mujeres embrutecidas; a mi modo de ver la equiparación resulta un tanto osada. Ahora bien, Ahora en noviembre tiene por sí misma un valor literario que no se puede negar. Además, es una obra que, aunque fue escrita hace ya casi un siglo, trata con delicada templanza temas como la pobreza, el patriarcado, el racismo, la ecología o incluso la crisis económica; igual de vigentes y alarmantes en la actualidad.
Con todo, no solo hay que leerla por los motivos citados más arriba; sino porque es necesario también que vayamos desenterrando a muchas autoras que cayeron injustamente en el olvido de la historia de la literatura y que, al igual que Johnson, merecen un reconocimiento también en la actualidad.
