A sangre fría

1959, Holcomb. Un remoto y apacible pueblo al oeste de Kansas se ve abatido por un terrible crimen. Cuatro miembros de la apreciada y respetable familia Clutter amanecen brutalmente asesinados en su casa. Nadie ha oído nada, nadie sabe nada. La comunidad conmocionada, inevitablemente comienza a sospechar de sus vecinos. ¿Quién podría haber hecho algo así? ¿Qué clase de monstruo quitaría las vidas de cuatro respetables personas sin ningún motivo aparente? Perry Smith y Richard Hickok fueron detenidos unos meses después del crimen y condenados a la horca unos años más tarde. 

Cuando el periodista Truman Capote supo de estos macabros acontecimientos, antes de que los presuntos asesinos fueran detenidos, viajó hasta allí junto con su amiga Harper Lee, quien después escribiría la gran novela Matar a un ruiseñor, para documentar los hechos. Capote llevó a cabo una gran labor de documentación sobre el crimen recopilando testimonios, cartas, declaraciones, y un sinfín de documentos que fue atesorando a lo largo de los años en los que el caso estuvo abierto. No sólo entrevistó a los detenidos mientras estuvo en prisión, sino que también hubo de declarar en algún juicio. Incluso las malas lenguas aseguran que el periodista se llegó a enamorar de uno de ellos. 

En 1966, publicó algunos capítulos, de lo que más tarde se convertiría en la novela, en forma de crónica periodística en el New Yorker. La publicación fue un súbito éxito y no dejó al público indiferente por varias razones. Por un lado, Capote consiguió darle la vuelta al género jugando con el suspense a su antojo. A diferencia de las novelas policíacas al uso, donde el suspense reside en quién es el culpable y cómo lo acaban arrestando, Capote nos  los presenta ya en el primer capítulo. Sorprendentemente, el suspense se genera en otro lugar: en detalles exhaustivos situados en momentos clave, en la caracterización de los personajes, en la distribución cronológica de los hechos. Capote nos sirve la información en diferentes tipos de texto, reteniendo los giros en la trama de una forma audaz. Fue controvertida también por cuestionar abiertamente la legitimidad de la pena de muerte y el tratamiento de las enfermedades mentales. Así, el escritor simpatiza con los asesinos y recorre su infancia, sus inseguridades y sus traumas tratando de entender las razones que se esconden detrás de un asesino a sangre fría. 

Todo un referente del true crime que no te dejará indiferente.

3 comentarios en “A sangre fría

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